Visitas catalanas

Con más morriña que nunca, después de mi primera visita. Mi Pere se ha currado mil kilómetros de ida y mil de vuelta para pasar conmigo tres días y tres noches inmejorables :D.

Llegó el sábado por la noche, y esa misma noche, mini fiesta en casa, para dar la bienvenida y empezar con buen pie; uno de los clásicos (a demás del agua con sirope de granadine... no preguntéis, yo tampoco lo entiendo... jeje) es el Ron negro con zumo de naranja y azúcar de caña; a los catalanes también nos gusta!

El domingo día de turismo y cómo no, la mejor forma de empezar, la gastronomía pastelera de la zona; como ha sido la pasta que a mi me ha robado el corazón, es lo primero que muestro... el maravilloso "croissant aux amandes" (mmmmmmmm...), no hay palabras. Y luego, con buena energía en el cuerpo, a visitar todo el centro de Nantes. Las calles estaban más llenas de gente de lo que yo las recordaba del primer domingo que estaba aquí, pero también es verdad que hace bastante mejor tiempo (desde que vino Pere, aquí hace un sol impresionante! espero que dure!!). Bueno, visita de todo por fuera, porque menos las iglesias y un Castillo de los duques de Bretaña, todo está cerrado. Y cuando ya el croissant de almendras (y chocolate, se me había olvidado) se había desintegrado a base de paseos, picnic en uno de los parques de la ciudad, con los pajarillos, el solete y los niños revoloteando. Fantástico.

Lunes (salvando que me tocaba hacer la colada...): aprovechando que teníamos coche, hemos ido a una de las partes más alejadas del centro; el río Loira cruza la ciudad, y justo en medio hay una pequeña isla. Al final de esta isla hay un parque enorme; pues hasta ahí llegamos y ya que estábamos... a jugar con los columpios, que para eso no hay edad, sólo un pequeño problema, nuestra mente a veces no crece, pero nuestro culo si, así que hay en sitios que entra nuestra cabeza, pero de él entra sólo la mitad (o ni eso...), por lo demás, toda una gozada volver a ciertas edades :). A la vuelta a la ciudad ruta con patines (la verdad es que es más divertido hacer ruta con alguien que sólo); otra parte del centro recorrida sobre ruedas. Salvando los dos piños (golpes, no dientes), y "que tu patines molt millor que jo!!!!", genial. Ahora con el mono de ir dando vueltas por Nantes sobre patinas, aunque estos suelos no están para muchos trotes... (ya tengo dos pedazo de ampollas, una en cada pie! que bien!!) pero bueno, sarna con gusto no pica! Y bueno, como la noche de ayer fuimos buenos... pues otra mini fiestecita, que no se diga.

Y el último día... a seguir jugando; si no habéis probado el minigolf (yo no lo había hecho nunca hasta ahora), adelante!!! Es bastante más divertido de lo que esperaba; aunque hay algunas figuras que se les a un poco la olla... si, al menos yo, a veces, de la emoción, no le doy ni a la bola, cómo voy a hacer que salte exactamente un palmo y medio en dirección suroeste, que pase por un aro, rebote en una pared y acabe llegando al otro lado de un mini-barranco? pero bueno, salvando ciertos obstáculos... ;) Pero bueno, muy divertido. Y paseito por el hipódromo, partidita de bolos (confirmado, las mujeres no tenemos puntería; lo siento chicas, casi todo lo hacemos mejor, pero puntería, lo que se dice puntería, pues no :P) Y lo peor de todo, la despedida. Tantas horas seguidas que luego me he quedado como solita...

Pero bueno, en quince días me tenéis ahí dando guerra!!! Bueno, no creo que de mucha, porque aunque esta última semana ha hecho sol y muy buen tiempo, ya sabéis que no es lo normal aquí, así que me parece que aunque truene en barcelona, yo estaré intentando captar algún rayo de sol. Os echo de menos.