domingo, 11 de mayo de 2008

La ciudad de los paraguas rotos

Desperté esta mañana con los primeros rayos del sol,
los mismos que me han dado las buenas noches.
Había dejado de llover ahí fuera,
pero aquí dentro se había levantado un temporal;
demasiado espacio en la cama y muy poco en el corazón.
Decidí salir a dar una vuelta.

Con las esmeraldas escondidas tras la gorra y el viento de cara
los paraguas rotos que descansaban en las calles
parecían esperar recoger los pedacitos que de mi iban callendo.
Mi Barcelona, que me busca cuando me pierdo
donde me pierdo cuando me buscan,
por sus calles en encontrado la paz.

El mar le ha devuelto el aire a mis pulmones,
barcos de vela y rayos de sol
han hecho desaparecer la tormenta.
El silencio del bullicio en el puerto
apagado el grito que ensordecía mis oídos.
El dolor en cuarto menguante,
mis sonrisa en cuarto creciente.

1 comentario:

  1. Me gusta la ciudad de los paraguas rotos casi más que tu sonrisa en cuarto creciente.

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